• En Colombia, solo el 53% de las mujeres entran al sistema laboral y reciben un ingreso económico del 74,6% frente al de los hombres.

Ante la incertidumbre sobre la dirección que tomarán los vientos económicos para afrontar el resto del 2023, la coyuntura abre las puertas a entender el papel femenino dentro de los ámbitos laborales y productivos. Un estudio del Banco Mundial informa que a las mujeres solo les son reconocidas tres cuartas partes de los derechos legales a nivel mundial en comparación con los hombres.

Y es que, por años, el factor económico y productivo se ha considerado un campo dominado por los hombres, cuando la influencia de las mujeres a lo largo de la historia ha sido impresionante, aunque muchas veces silenciosa.

Ahora bien, si hablamos sobre el aporte que, como colectivo, las mujeres pueden llegar a tener en estos momentos en las finanzas y la competitividad laboral. Vale la pena resaltar que en la última década Colombia ha consolidado unas de las generaciones de mujeres más educadas, siendo actualmente el 54,4% de quienes se gradúan de educación superior, sin embargo, su talento y capacidad no se ve reflejada en la misma proporción en oportunidades de empleo, de desarrollo, ni de ingresos.

Una de las más recientes mediciones del DANE señala que las mujeres dedican, en promedio, diariamente, 7 horas y 46 minutos de su día a actividades de cuidado no remunerado, mientras los hombres, 3 horas y 6 minutos. No es difícil imaginar el positivo impacto que tendría en la economía el hecho de que más mujeres capacitadas dedicaran una porción de su tiempo a tareas y labores que signifiquen igualmente para ellas un rédito económico.

La fuerza que ha tomado la transformación digital en las organizaciones, busca también potenciar el talento y favorecer una mejor calidad de vida, tanto de mujeres como de hombres; a través de la sistematización y simplificación de múltiples procesos. Por lo que se vuelve fundamental seguir generando soluciones y proyectos que incluyan a las mujeres en el ámbito tecnológico.

“Las empresas se han dado cuenta de que todo lo que generan tiene una misión más allá de la operación; en Factorial hemos visto lo importante que es tangibilizar y dimensionar el impacto que tienen las mujeres en todos los ámbitos en los que participan. Aplicar los avances tecnológicos y la transformación digital en los entornos laborales nos permite ofrecer datos claros y soluciones para seguir potenciando el talento femenino al interior de las organizaciones y construir equipos diversos de personas exitosas y capaces” afirma Jasmina Freire, experta de Employe Experience en Factorial, empresa de software e innovación en Recursos Humanos.

Frente a este panorama Factorial menciona cinco aspectos a tener en cuenta para reducir la brecha de género en los entornos laborales:

• Lograr igualdad en la remuneración: ante una labor de igual valor, la igualdad de remuneración debe proteger a la mujer desde la legislación y la práctica.
• Reducir la segregación profesional: la mujer tiene una presencia excesiva en labores consideradas “no especializadas” (como lo es el cuidado de personas) mientras las cifras apuntan a los beneficios que traería para la economía, su inclusión en otras profesiones.
• Seguir la lucha contra la discriminación: muchos países ya cuentan con una legislación contra la discriminación y el acoso, sin embargo, aún hay mucho que hacer dentro de las mismas organizaciones.
• Crear empleos de prestación de cuidados de calidad: los servicios de asistencia en los que hay abundante presencia de mujeres como prestadoras de estos servicios, tiene un largo historial de reglamentación deficiente.
• Proteger los cargos de las mujeres frente a crisis económicas: las mujeres cuentan con una mayor probabilidad de ocupar puestos de trabajo vulnerables o informales, una contracción económica regional golpearía más fuertemente a este género, por lo que es necesario contar con políticas que tengan en cuenta la perspectiva de género.